domingo, 6 de julio de 2014

Noches infinitas; días eternos.

01:00 a.m.
Cierras los ojos y te dices a ti mismo "hoy vas a conseguirlo, relájate".
Oscuridad.
Segundos.
Abres los ojos. 04:58 a.m.
Otra vez.
Te das la vuelta y lo intentas con todas tus fuerzas.
Imposible.
Otra vuelta más. Nada.
Abres los ojos y miras al techo con una nube de sentimientos en tu interior; enfado, frustración, agobio, cansancio...
El aire comienza a escaparse de tus pulmones otra vez pero, por una vez, consigues controlarlo. El pulso trata de volver a su normalidad.
Cierras los ojos de nuevo, el cansancio puede contigo pero es como si la oscuridad no quisiera tragarte en ese momento.
Entonces abres los ojos de nuevo. Miras el reloj, 05:25 a.m. Empiezas a asumirlo, otra noche más. Otra maldita noche más esperando con ojos pesados y el cansancio tirando de ti desde cada milímetro de tu cuerpo a que el sueño te venza. Pero eso no ocurrirá. Otra vez. Otra vez sientes la rabia de ver como la claridad baña la ciudad y poco a poco entra por la ventana mientras tú sigues tratando simplemente de descansar como cualquier persona normal.
Otra noche malgastada.
Buenos días? Buenas noches?
Noches sin dormir.
Días sin fin.
Vida sin más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario