My everything.

Cómo puedo decir que desde hace meses mi pensamiento es un 99% tú? Cómo te explico que no hay manera de acercarme remotamente a una forma de expresar cuanto te quiero? Cómo? Cómo te explico esas y tantas cosas más? Se me vienen a la cabeza todas esas frases "cursis" que siempre leí y escuché y a las que nunca vi un sentido completo y ahora las entiendo un poco más; "eres lo que me mantiene a flote". Tú. Lo más grande de mi universo, lo que me aleja del miedo. Mis ganas de ti son continuas y crecientes, y eso no hay manera de frenarlo.
El único miedo del que no puedo alejarme cuando estoy contigo es el de que no sea real, el miedo perderte, a alguien tan inmenso como tú. Porque eres lo más increíblemente genial que me ha pasado. Eres, como dicen tantos libros y canciones, mi cielo, mis estrellas, mi sol, mi aire, mi todo.
Y podría escribir, no los versos más bonitos, pero sí cientos de páginas tratando de expresar lo que eres para mi y aún así nunca habría forma de acercarme una milésima a la realidad.

Noches infinitas; días eternos.

01:00 a.m.
Cierras los ojos y te dices a ti mismo "hoy vas a conseguirlo, relájate".
Oscuridad.
Segundos.
Abres los ojos. 04:58 a.m.
Otra vez.
Te das la vuelta y lo intentas con todas tus fuerzas.
Imposible.
Otra vuelta más. Nada.
Abres los ojos y miras al techo con una nube de sentimientos en tu interior; enfado, frustración, agobio, cansancio...
El aire comienza a escaparse de tus pulmones otra vez pero, por una vez, consigues controlarlo. El pulso trata de volver a su normalidad.
Cierras los ojos de nuevo, el cansancio puede contigo pero es como si la oscuridad no quisiera tragarte en ese momento.
Entonces abres los ojos de nuevo. Miras el reloj, 05:25 a.m. Empiezas a asumirlo, otra noche más. Otra maldita noche más esperando con ojos pesados y el cansancio tirando de ti desde cada milímetro de tu cuerpo a que el sueño te venza. Pero eso no ocurrirá. Otra vez. Otra vez sientes la rabia de ver como la claridad baña la ciudad y poco a poco entra por la ventana mientras tú sigues tratando simplemente de descansar como cualquier persona normal.
Otra noche malgastada.
Buenos días? Buenas noches?
Noches sin dormir.
Días sin fin.
Vida sin más.

Unconditionally.

Pasa todo en cuestión de segundos: te caes, te levantas, sonríes, lloras, empiezas, acabas... En cuestión de segundos la teoría más cierta y a la que más te agarrabas se desploma, en cuestión de segundos un simple gesto revuelve tu interior, en cuestión de segundos miras a los ojos a esa persona y te das cuenta de que te tiene atrapado.
No sólo son segundos, son horas, días, semanas, meses, que pasan como si no hubiesen pasado. Es el tiempo que tardas en darte cuenta de que no sabes describir lo que sientes cuando le tienes cerca, nunca lo suficiente, porque le miras y tu corazón se acelera, tu estómago se encoge, no tienes palabras, no puedes pensar en otra cosa. Y eso pasa cada día, y cada vez es más fuerte.
En un simple pestañeo recuerdas la primera vez que le viste y piensas en como un extraño ha pasado a ser algo fundamental y completamente necesario. Piensas en como lo necesitas a cada segundo, verle, hundir la cara en su cuello, abrazarle, sentirle a tu lado.
En cuestión de segundos te das cuenta de que es todo en lo que piensas y todo lo que necesitas. En cuestión de segundos eres consciente de que es lo mejor que te ha pasado en mucho tiempo y que da igual todo lo demás. En cuestión de segundos te das cuenta de que quererle incondicionalmente es lo único que puedes hacer.

Darling, it's cold outside.

Y que mientras cae la lluvia no tenemos que limitarnos a echarnos de menos. Ayúdame en este frío invierno, sin miedos. Ven, acércate, déjame sentir tu piel, tu olor, abrázame. Cada vez más cerca. Déjame perderme en ti mientras tú puedes perderte en mi. Ignoremos el frío, la lluvia. Sólo quédate conmigo mientras el agua al caer y nuestros latidos son el único sonido. Déjate llevar y vámonos a otro mundo. Tú, yo, el frío, la lluvia, y que le den a lo demás.

Sueños.

Tú. Conmigo. Ahora. Tus brazos a mi alrededor. Mi cara hundida en tu cuello. Aspirando tu olor. Nuestros latidos al mismo ritmo. Susurrándome al oído que me necesitas tanto como yo a ti. Haciéndome sentir bien. Como si solo estuviésemos tú y yo en el mundo, nadie más. Sabiendo que podemos estar una eternidad uno en brazos del otro. Tú y yo. Ahora. Ojalá.

Done.

Cerró los ojos y lloró. Lloró por el día a día, lloró por lo que nadie veía desde fuera, por darse cuenta de la mentira en la que había vivido, lloró por los golpes, por los gritos ahogados en la almohada, por confiar demasiado. Lloró por ese amor olvidado, por esa amistad perdida, por ese vacío que sentía en su pecho. Lloró por no poder más, por sentirse débil, por no poder respirar, por ahogarse en el mundo que le rodea. Lloró por todo lo que no podía haber llorado antes. Lloró por cada nota de cada maldita canción, por cada palabra, por cada pensamiento. Lloró por el silencio, lloró por sentirse nada.

Cambiaría algo si te dijera la verdad? Si te dijera que me haces sentir algo que nunca había sentido, que me haces sonreír con cada mirada, que haces que mi mundo vuelva a brillar, que estoy enamorada de ti a más no poder, que te quiero hasta tal punto que duele. Cambiaría algo?