viernes, 21 de junio de 2013

Done.

Cerró los ojos y lloró. Lloró por el día a día, lloró por lo que nadie veía desde fuera, por darse cuenta de la mentira en la que había vivido, lloró por los golpes, por los gritos ahogados en la almohada, por confiar demasiado. Lloró por ese amor olvidado, por esa amistad perdida, por ese vacío que sentía en su pecho. Lloró por no poder más, por sentirse débil, por no poder respirar, por ahogarse en el mundo que le rodea. Lloró por todo lo que no podía haber llorado antes. Lloró por cada nota de cada maldita canción, por cada palabra, por cada pensamiento. Lloró por el silencio, lloró por sentirse nada.